Publicado por "Los Tiempos Newpaper" en Septiembre 2013
Persecusiones
implacables, expropiaciones a mansalva, fallos judiciales
manipulados, elecciones Presidenciales, Estatales y Municipales
amañadas, remesas ilegales de grandes cantidades de dólares en
efectivo, envíos y recepción de drogas múltiples. Todo esto es
apenas parte del Panorama que muestra el Socialismo de la Venezuela
actual, comandado por Nicolás Maduro.
A través de la
historia se ha demostrado que el Comunismo ha fracasado en cada pais
donde ha incursionado. Un ejemplo evidente era la comparación de la
Alemania Oriental con la Alemania Occidental. Mientras que la
Oriental aún mostraba los derrumbes de la 2da guerra mundial, la
Occidental era, y actualmente es, la Economía mas pujante en el
mundo. Esto empezó a cambiar trás el derribo del muro de Berlín.
Otro ejemplo, mas actual, nos permite comparar las dos Coreas.
Mientras Seúl es considerada la Capital tecnológica del mundo,
Corea del norte es azotada por la hambruna y el desempleo y sólo la
adoración por su Presidente celestial es una constante obligatoria
en su población.
Venezuela no es una
excepción en este fracaso general del Comunismo, llamado allí el
Socialismo del Siglo XXI. La Venezuela Republicana, previa a la
llegada de Hugo Chávez, era una Venezuela democrática. Existía
pobreza, pero no era extrema como ahora. Existía corrupción, pero
no era galopante como ahora. Existían sus clases sociales, pero las
diferencias no eran tan marcadas como ahora, donde la clase Chavista
es la que tiene todos los privilegios.
Adicionalmente ha
surgido otra casta, la de los nuevos super-ricos, quienes no son
necesariamente Chavistas, pero se hacen pasar por ellos para hacer
grandes negocios fraudulentos. Y con el mayor desparpajo comentan a
sus allegados Democráticos “Yo no soy Chavista sino comerciante”.
Dentro de esa nueva
casta es común ver decenas de muchachos menores de 30 años con una
fortuna superior a los $100 millones cada uno. Son facilmente
reconocibles porque son ostentosos. Algunos son servidores públicos
de mediano nivel. Otros no tienen trabajo fijo. Sin embargo conducen
vehículos Europeos de mas de $100 mil, dejan propinas de $3.000 en
los restaurantes Caraqueños, viajan varias veces al año a Las
Vegas, Orlando y Paris, mantienen costosas amantes, poseen yates que
superan al millón de dólares y tienen inversiones múltiples en
otros paises, que van desde acciones preferidas, terrenos, caballos
de carrera, hasta urbanizaciones enteras bajo nombres de testaferros.
Por supuesto, la
inteligencoa de los paises receptores de esas inversiones deben
conocer a los personajes. Pero como es desarrollo creador de empleo,
se hacen la vista gorda. Total, opinan que si es dinero mal habido,
los fraudes no fueron cometidos en su territorio. Tal como sucede en
Las Bahamas. Allí aceptan a cuanto viajero llega, con tal y deje su
dinero. Y lógicamente, Venezuela no vá a delatar a los
fraudulentos. Tampoco vá a requerirlos con la Interpol. No pueden
hacerlo, porque los que toman esas decisiones van también en la
jugada.
A todas estas, el
Presidente Maduro usurpa el poder con un firme propósito; en el
corto tiempo que se estima permanecerá como jefe, pretende saquear
lo poco que aún queda del Tesoro Nacional. Viejos amigos con hambre
han aparecido. Amigos que lo acompañaron en sus viajes a Cuba y
otros que trabajaron con el en el Metro de Caracas cuando el actual
Presidente era chofer de tren hasta que fuera despedido por sus
continuas faltas al trabajo.
Mientras tanto Maduro
quiere aparecer como el hazmereir del mundo. Sus famosas frases como
“Millones y Millonas” y “La Multiplicación de los Penes” le
han dado la vuelta al planeta. Desde luego, habría que ser muy
inocente para no darse cuenta que maduro pretende hacerse pasar por
incapaz. Y un incapaz, no es capaz de planificar grandes robos al
erario público. !!! A otro perro con ese hueso !!!
BENJAMIN F. DeYURRE
Economista y Periodista
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